La terapia aceptación compromiso se define como una forma de psicoterapia experiencia, conductual y cognitiva basada en la teoría de los Marcos relacionales, teoría del lenguaje y la cognición humana que se encuadra dentro de conductismo radical, y que se consideran las cogniciones como conductas, sujetas a las mismas leyes que cualquier comportamiento. La terapia aceptación y compromiso se estructura entorno a dos conceptos centrales, uno el concepto evitación experiencial, que en muchas ocasiones da cuenta de mantenimiento los trastornos y, dos los valores personales, entendidos como guías de actuación para caminar en la dirección de la realización personal, en función de estos conceptos la teoría de aceptación compromiso se basa en las siguientes premisas.
Premisas de la ACT:
- El problema del cliente no es tener pensamientos o sentimientos que se valora negativamente, sino el modo en el que la persona reacciona ante ellos. De acuerdo con esto, los pensamientos, recuerdos, emociones sentimientos son considerados comportamientos que depende del contexto actual histórico, y son normales
- La pretensión de no sufrir y tener que estar bien para poder vivir no se ajusta a la realidad que la vida ofrece, la terapia de aceptación compromiso considera el malestar psicológico como parte consustancial de la vida, tener una actitud evitación es una elección restrictiva que puede resultar muy destructiva
- El concepto de salud psicológica se entiende como desarrollo y mantenimiento de patrones de comportamiento valiosos
- La terapia de aceptación y compromiso considera que los pacientes pretenden que la terapia les ayude resolver sus problemas dentro de la dirección o camino infructuoso que ellos han intentado, será necesario enseñarles que este camino es inútil improductivo
- Los problemas psicológicos no vienen dados por la presencia de ciertos contenidos psicológicos, sino por el papel protagonista que adquieren estos contenidos en cuanto a control del comportamiento relegando a los valores de la persona a un segundo plano
- La terapia aceptación y compromiso tienen cuenta a través del terapeuta y el propio proceso de éste, que no es tan distinto del de el paciente y pone especial en el contexto terapéutico donde se define el rol del terapeuta como alguien que acompaña, ayuda y cuida al paciente en su camino personal hacia la realización de su vida
2.1 Marco teórico y conceptual
La teoría de los marcos relacionales es un enfoque conceptual de clara vocación pragmática que trata dar cuentas de las conductas humanas complejas, se centra en la conducta verbal, específicamente focaliza su interés en el fenómeno de las relaciones de estímulo derivadas, para explicar la conducta gobernada por reglas. El aprendizaje relacional es el punto clave de la conducta verbal, pues responder de forma relacional es responder a un estímulo en términos de otro.
El punto básico es tener en cuenta que los humanos tenemos especial facilidad para relacionar eventos de forma arbitraria, en cuanto a la relaciones que se establecen entre los estímulos la teoría de los Marcos relacionales señala entre otras, relaciones de vínculos mutuos, relaciones de vínculo combinatorio, transformación o transferencia de funciones.
No obstante, las funciones adquiridas por un estímulo se puede transferir a otro estímulo con el que se mantenga algún tipo de relación, este tipo de relación se denomina transferencia de funciones.
2.2 Conceptos principales de la teoría de aceptación y compromiso
La evitación experiencial: el paradigma contextual que subyace a la terapia termina su rechazo a los sistemas de clasificación diagnóstica tradicional, no existe las referencias patológicas que sean independientes la función del contexto, así que la conducta no se calificará de patológica al entenderse como producto de la historia de contingencias que se despliega ante las variables contextuales actuales.
Su concepción de la patología es a través del llamado trastorno por evitación experiencial, que se define por la ineficacia de la conducta dedicación para conseguir bienestar. La evitación experiencial constituye un patrón conductual inflexible, generado a partir un patrón de regulación verbal ineficaz, que consiste en evitar el sufrimiento a toda costa, tratando de controlar los eventos privados, sensaciones sentimientos y las circunstancias que los genera. La evitación experiencial proviene de una cultura que prioriza sentirse bien permanentemente, actuando de forma que se consiga un bienestar inmediato, la evitación experiencial sólo será patológica cuando acabe limitando lo que la persona quiere hacer con su vida, y no lo será si no produce un desajuste entre lo que uno hace lo que uno aspira lograr de acuerdo con sus valores.
Los valores personales: los valores o direcciones de valor son reforzados establecidos vía verbal que tienen que ver con aquello a lo que las personas dan importancia en su vida. Van más allá de las funciones establecidas por los procesos directos de condicionamiento y están constituidos a través del comportamiento verbal relacional y simbólico.
2.3 Estructura y procedimientos de la terapia estación y compromiso
El proceso de desesperanza creativa tiene que ver con procurar al paciente la toma de conciencia acerca de inutilidad de sus intentos de solución de sus propios problemas. Esto supone que entiende que los intentos que realiza para solucionar sus problemas no le han resultado y que tiene considerar otras alternativas. Es importante estar atento durante este proceso a que el paciente capté la diferencia entre que sea su estrategia lo que no tenga remedio, y que el mismo no tenga remedio. Para el cuestionamiento de estos intentos infructuosos suelen utilizarse metáforas, y la más utilizadas es la metáfora de las arenas movedizas.
Orientación hacia valores: se le pide al paciente que indique que terrenos le son valiosos, y que dirección y camino cree que serán los adecuados para llegar a ellos. Los valores sirven como direcciones. En este punto del proceso se le pide al paciente que especifiqué qué razones o motivaciones dirigen sus acciones y que tome conciencia de hasta qué punto están generando un coste personal o no a largo plazo, una estrategia adecuada para ayudar al paciente a la clarificación de sus valores es pedir que escriba sobre sí mismo un elogio a forma de epitafio, como le gustaría ser recordado.
Abordar el control de ese problema: se pretende demostrar paciente que sus intentos de control son el propio problema y ayudarle a que se de cuenta, por sí mismo, de lo inútil que resultan sus estrategias de control. En este proceso se propone estar abierto a las experiencias privadas y poder experimentarlas, en definitiva se propone producir una exposición en vivo a las mismas.
La aceptación consiste en abrirse a la experiencia de los pensamientos, sentimientos, emociones y sensaciones sin hacer nada para que desaparezca.
La aceptación no es un proceso pasivo, implica tomar conciencia y abrazar las experiencias llevadas como son y no como dicen que son.
La defusión cognitiva es el proceso de hacer un cambio en el uso normal de lenguaje y las cogniciones de tal manera que el proceso de pensamiento se hace más evidente y las funciones de los productos de pensamiento se amplían. Es decir, ver a los pensamientos como pensamientos, las emociones como emociones y los recuerdos, como recuerdos. El proceso de defusión cognitiva incrementa la probabilidad de aceptación, pues cambia la consideración de los eventos internos, a su vez, la aceptación ayuda a desvincularse de ellos.
El yo como contexto: se pretende que los clientes pierdan sus ataduras que los contenidos verbales, considerados como su identidad personal, y que busquen un sentido de identidad que trascienda a lo literal. Es frecuente que por ejemplo un paciente que parece una agorafobia diga y piense “yo soy agorafóbico”, y esto puede hacer que proceda en su vida de manera que confirme su sentido de identidad.
La acción comprometida: se pretende que el paciente se comprometa con el cambio de su conducta, no a través de las instrucciones directas, sino valorando las conclusiones y decisiones a las que llega el final de la terapia y que está dispuesto a buscar por sí mismo.