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Los test de dibujos pueden ser considerados como unos instrumentos que, debido a su fácil aplicación y a su relativamente sencilla corrección, han acabado por convertirse en una importante fuente de datos a la hora de evaluar a una persona. De la misma forma que un individuo exterioriza determinadas características contando una determinada historia, a la hora de dibujar expresan aspectos de su personalidad.

Las críticas han sido especialmente duras con este tipo de pruebas, pero esto no evita que consideremos adecuada la información que pueden aportar. El uso de dibujos en el ámbito clínico se ha extendido más allá del área de la evaluación de la personalidad.

Aspectos formales del dibujo

Siempre que un individuo comienza a hacer un dibujo el examinador deberá tener en cuenta dos aspectos fundamentales: la actitud durante la realización y aspectos formales del dibujo. Se parte de la hipótesis de que el papel blanco representa el espacio vital del sujeto, su medio ambiente. Así, la forma en que realiza su dibujo será indicio de cómo se siente en dicho espacio, cómo se integra.

Los aspectos formales para la interpretación del dibujo son: tamaño del dibujo, proyección del dibujo, emplazamiento, presión de los trazos, forma del trazo, continuidad del trazo, sombreado, borraduras, simetría y movimiento.

Furth enumera tres principios fundamentales para analizar un dibujo. En primer lugar, hay que prestar atención a la impresión que despierta inicialmente el dibujo. Se refiere a que en un primer momento no hay que esforzarse por interpretarlo en su totalidad, sino centrarse en la emoción o sensación que le provoca el dibujo sin necesidad de tener que compartirla con la persona que lo ha realizado. En segundo lugar, propone que hay que acercarse paulatinamente al dibujo. Finalmente, hay que sintetizar lo observado en cada componente e integrar esa información en un todo.

Test del dibujo de la familia

Es la prueba gráfica que tiene un uso más extendido. Puede utilizarse con adultos, pero la utilización más frecuente es con niños. Entre las ventajas está su fácil administración e interpretación, pero como primordial aspecto positivo destacamos que va a permitir estudiar las relaciones del niño con cada uno de los componentes que integran su familia. El lugar en el que el chico se sitúe asimismo permite conocer la manera en la que él vivencia las relaciones familiares.

La edad de aplicación es desde los 4 o los 6 años en adelante. En la administración hay diferentes tipos, la más conocida es la debida a Corman que en sus dos versiones posibles, tiene las siguientes consignas: “dibújame una familia” o “imagina una familia que tú inventes y dibújala”. Aunque Corman piensa que el niño tiene mayor libertad de proyección cuando dibuja una familia que no sea la propia en la práctica se comprueba que no existe una gran diferencia entres las dos opciones.

Durante toda la administración se deben tomar anotaciones de los siguientes aspectos: lugar de la página en el que empezó, partes del dibujo en las que se detiene, vacila o retrocede, tiempo empleado en la realización de cada una de las figuras y enmiendas, gestos, comentarios, y tachaduras y borraduras.

La entrevista siempre es conveniente que en las pruebas de dibujo el examinado cuente la historia sobre la obra que ha ejecutado. Después de elogiar discretamente el dibujo, hay que preguntar por diferentes aspectos de él. En la aplicación con adultos todas estas cuestiones se sustituyen habitualmente por la petición de elaboración de una historia con pasado, presente y futuro acerca de esta familia, sus relaciones...

Test del dibujo de la figura humana (DAP)

Aparece en el año 1949 teniendo a Karen Machover como autora. La prueba se basa en experiencias clínicas realizadas en adolescentes y adultos, aunque su aplicación e interpretación se ha extendido a niños, a pesar de que experimentalmente no se ha verificado su eficacia. No sólo se deben tener en cuenta las características del dibujo sino también los aspectos madurativos propios de las diferentes edades, de forma que así se evita intentar valorar dimensiones que debido a factores cronológicos no pueden aparecer.

Respecto a la edad de aplicación es desde la infancia hasta edades adultas, teniendo en cuenta el medio cultural y ambiental del examinado. En la administración las instrucciones son “dibuje a una persona”. A continuación, se le pide que dibuje otra del sexo contrario a la primera en otra hoja, y finalmente se le insta para que se autodibuje.

En la entrevista es factible pedir al examinado que invente una historia sobre los personajes que ha pintado o, en su defecto, se le hacen una serie de preguntas sobre uno de ellos. En la interpretación el supuesto básico para efectuarla es que la persona dibujada representa la expresión de sí mismo, de su imagen corporal y su relación con el medio ambiente. Se deben tener en cuenta el simbolismo de los órganos, detalles indumentarios y aspectos estructurales y formales del dibujo.

Test del árbol

Debe su creación a Koch en 1940. No sólo se utiliza como una prueba de tipo proyectivo, sino también para el análisis del desarrollo de los examinados. La administración suele ser de los 5 años en adelante y la consigna es: “dibújame un árbol frutal lo mejor que puedas”. La interpretación se hace partiendo de un paralelismo simbólico entre el árbol y el hombre.

Test de la casa, árbol y persona (HTP)

House, Tree, Person (HTP) debido a Buck en 1948. Nos permite conocer la imagen interna que el paciente tiene de sí mismo, de su ambiente, qué cosas considera más importantes, cuáles desecha... Buck eligió estos tres elementos porque eran familiares para todas las personas, no estaban condicionados socialmente, fácilmente aceptables sin crear resistencias y estimulaban verbalizaciones libres y espontáneas.

La edad de aplicación es tanto a niños como adolescentes y adultos. La administración consiste en pedirle al examinado que dibuje los tres elementos que le dan su nombre al test. El autor recomienda utilizar cuatro hojas, en la primera aparece la información de identificación y las otras para dibujar los tres elementos. El interrogatorio posterior consiste en 60 preguntas diseñadas para obtener las opiniones de la persona examinada en cuanto a los elementos de los dibujos.

La interpretación depende de tres suposiciones generales. La casa representa las asociaciones con la vida hogareña y las relaciones intrafamiliares. El árbol refleja la manera en que el individuo experimenta el ambiente y pone de manifiesto los sentimientos más profundos e inconscientes que tiene de sí mismo. La persona refleja la imagen más consciente y hace eco de las relaciones interpersonales.

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