Hermann Ebbinghaus (1885) demostró que era posible usar el método ciéntifico-experimental para profundizar en su objeto de estudio, la memoria. Utilizó como estímulos sílabas sin sentido, lo que no gustó a muchos estudiosos que lo criticaban de carecer de validez ecológica porque los resultados no tienen aplicabilidad en la vida cotidiana del hombre.
Frederick Bartlett (1932) estudió el funcionamiento de la memoria en ambientes naturales muy alejados de los estudios de laboratorio de Ebbinghaus. No se preocupó por que el experimento fuese replicado, una condición básica; y tampoco presentaba el análisis estadístico de sus experimentos. Lo más que se puede obtener son ejemplos seleccionados. El aspecto más fuerte de su trabajo es haber puesto de manifiesto características de la memoria importantes para la vida cotidiana y haber abierto la posibilidad de explorar el mundo de la memoria destacando la importancia del significado, la reconstrucción y los esquemas.
La tradición de Ebbinghaus: las sílabas sin sentido y el método de los ahorros
Su objetivo principal fue investigar las leyes de la memoria humana de forma experimental.
Comprobó en su experimento que la hora del día en la que se realiza el aprendizaje influye en el recuerdo posterior del material retenido en la memoria. Mostró lo que ocurría cuando una lista de sílabas sin sentido era olvidada completamente. El material olvidado lo aprendía de nuevo en unos cuantos ensayos, menos de los necesarios para aprender la lista la primera vez. El modelo de memoria propuesto por Ebbinghaus tiene los siguientes supuestos:
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Las representaciones de la memoria tienen forma de imágenes.
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Cuando dos elementos ocurren juntos terminan asociándose en la memoria.
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Las propiedades de un sistema pueden descubrirse estudiando las unidades simples que lo componen. Por tanto, las funciones superiores son lo mismo que las funciones inferiores del sistema.
Ebbinghaus tuvo éxito en su planteamiento y demostró que un proceso complejo como la memoria podía estudiarse en el laboratorio bajo unas condiciones controladas. Se formó lo que hoy se conoce como la tradición del aprendizaje verbal. Los estudios realizados mostraron que las palabras de una lengua varían según distintos parámetros como el valor de imagen, la concreción y la frecuencia de uso y el significado. De forma que las palabras con valores altos en estos parámetros se recuerdan mejor que las palabras que tienen un valor bajo.
El acercamiento constructivo de Bartlett: el estudio de la memoria humana en ambientes naturales
Ebbinghaus representa la tradición empirista, por el contrario, la tradición constructivista representada por Bartlett asume que el código en el que se registra la información en la memoria implica la comprensión que tiene la persona del evento. Entre otras cosas, destaca su adherencia a la teoría constructivista de la memoria humana y la definición teórica de esquemas en la representación del conocimiento. En su libro distingue la memoria del pensamiento constructivo, de la imaginación y del fenómeno creativo.
Bartlett conocía el trabajo de Ebbinghaus pero le desencantaron sus resultados, considero que era necesario llevar la investigación al ambiente natural, construyó así historias interesantes, que resultaran cercanas a las que las personas usaban en su vida diaria. La tarea consistía en leer una de estas historias y comprobar qué era lo que las personas que escuchaban estas historias, recordaban después de distintos retrasos entre la lectura de la historia y la recuperación a partir de la memoria. El método usado se denomina “método de la reproducción repetida”.
El final de la historia introduce un elemento sobrenatural, a Bartlett le interesaba cómo sus sujetos trataban este aspecto de la narración en sus recuerdos a través del paso del tiempo. Bartlett clasificó los resultados en cuatro categorías principales:
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Omisiones: no recuerdan la información que les parece poco lógica o difícil de comprender.
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Racionalizaciones: añaden nueva información con fin de intentar que el pasaje que les resulta difícil de entender, adquiera sentido
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Transformaciones del contenido: algunos nombres que resultan no familiares se transforman en otros nombres más familiares para el sujeto.
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Tema dominante: algunos temas de la historia adquieren un valor dominante mientras otros aspectos narrados en ella se intentan relacionar con ese tema dominante.
Bartlett reconoció el papel activo de la persona en la reconstrucción de la historia. Los recuerdos dependían de propios esquemas de la persona que reproducía la historia: influyen las expectativas y las experiencias personales. Su teoría es una teoría que funciona de “arriba-abajo” (guiada por el significado). Las personas interpretan y recuerdan las historias intentando que encajen dentro de sus propios esquemas.