Los trastornos bipolares son el el tipo más complejo y grave de psicopatología infantil. Los estabilizadores en el estado de ánimo se utilizan en el tratamiento de trastorno bipolar, las crisis epilépticas, la agresividad y las autolesiones. Incluyen el litio, la oxcarbacepina, el acido valproico, la carbamacina, la lamotrigina y el topiramato. Se ha informado que los efectos adversos son difíciles de tolerar, tales como mareo, somnolencia, sedación cognitiva, vómitos, diarrea, pérdida del apetito y efectos extrapiramidales.