Los fármacos antiepilépticos son indicados para convulsiones no febriles, en niños y adolescentes. Tanto el barbital como la fenotonina perjudican el rendimiento académico, debido a sus efectos sedantes. La carbamacepina también tienen efectos secundarios pero menos que los anteriores. Los fármacos epilépticos actúan como sustancias inductoras de enzimas en el hígado y reduce la biodisponibilidad de la mayoría de psicofármacos.