Hay que analizar la naturaleza exacta y la gravedad del trastorno antes de medicarlo. Cuando no se han mejorado los problemas del niño con intervenciones no médicas, es cuando se puede considerar intentarlo con una medicación controlada. Se deben recabar datos comportamentales antes de la medicación, para estimar los efectos de esta. Dada la necesidad de evaluar en el entorno habitual del niño los efectos de la medicación, es importante que el médico, el colegio, y los padres trabajen juntos para obtener la mayor información de los enfoques farmacológicos.