Hay cuatro aspectos fundamentales que hay que tener en cuenta a la hora de desarrollar las especificaciones del test: su contenido, el formato de los ítems que se van a incluir, la longitud del test y la forma de aplicación.
Hay cuatro aspectos fundamentales que hay que tener en cuenta a la hora de desarrollar las especificaciones del test: su contenido, el formato de los ítems que se van a incluir, la longitud del test y la forma de aplicación.