Resulta útil distinguir entre dos áreas de teorización y experimentación que están relacionadas. La primera pretende explicar los principales síntomas positivos de los esquizofrénicos en términos de deterioro cognitivo. La segunda sugiere que ciertos aspectos del funcionamiento de los esquizofrénicos puede reflejar la acción de los mecanismos de control que implican procesos psicológicos conscientes e inconscientes, que se centran en regular la cantidad de demanda orientada a adecuarse a la capacidad adaptativa disponible.
Entre los rasgos más destacados del pensamiento delirante está la perspectiva anormal de la relación entre acontecimientos. En palabras de Schneider "se crean conexiones con significado entre las impresiones externas coincidentes en el tiempo, la impresión externa con la condición actual del paciente, o las percepciones con los pensamientos que están casualmente presentes, o los acontecimientos y los recuerdos que coinciden en presentarse en la conciencia al mismo tiempo".
Bentall y Slade (1985) han mantenido que las alucinaciones son el resultado de un déficit en la habilidad metacognitiva de poner a prueba la realidad.
Hoffman (1986) propone un ambicioso intento de explicación de los fenómenos alucinatorios. Presenta un argumento convincente para considerar que la intencionalidad en producir imágenes es un factor importante que influye sobre la experiencia de alucinaciones.
El modelo de esquizofrenia de Frith (1987) ofrece una explicación de las alucinaciones que esta relacionada con el enfoque de Hoffman. Distinge dos vías de acción, intención estimular e intención deseada. Hay además un monitor que tiene dos importantes funciones. Primero detecta el desemparejamiento entre intención y acción; segundo, mantiene la distinción entre intención deseada e intención estimular.
Sin embargo, es raro que los esquizofrénicos presenten sólo síntomas positivos o negativos. Sigue estando poco claro si esta distinción representa:
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Dos trastornos subyacentes y distintos.
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Diferente gravedad del mismo trastorno.
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Diferencias individuales en la reacción al mismo trastorno.
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Diferentes estadios del mismo trastorno.
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O una combinación de los tres anteriores.
En su reciente revisión McGlashan y Fenton (1993) escriben lo siguiente acerca del grupo típico de la esquizofrenia: "los síntomas positivos... pueden persistir, pero generalmente se vuelven menos graves con el tiempo... Los síntomas negativos normalmente empeoran y se hacen más estables con el tiempo; la desorganización empeora con el tiempo..."
La evaluación y tratamiento de la depresión puede ser crucial para la evolución de la esquizofrenia. Sin embargo, además de los efectos de la medicación, hay naturalmente una serie de posibles razones para la existencia de sintomatología depresiva en los diagnosticados de esquizofrenia:
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Sobreestimulación/hiperarousal prolongados.
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Depresión -consciente-, una visión negativa realista del futuro.
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Una reducción del esfuerzo positivo debida a experiencias vitales negativas como resultado del trastorno.