El interés por la psiconeuroendocrinología de la depresión tiene su origen en el descubrimiento del doble papel central que juegan las monoaminas cerebrales, en la regulación de la secreción endocrina y del comportamiento.
Eje hipotálamo-hipófiso-adrenal
Entre otras anomalías de este sistema en la depresión cabe destacar:
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La excesiva secreción de cortisol, mantenida durante 24 horas del día, con pérdida de las características fluctuaciones circadianas.
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La secreción anormalmente elevada durante el sueño, con desaparición de la inhibición de secreciones características de las primeras horas de sueño y numerosos picos de sueños nocturnos.
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Respuesta inadecuada al test de supresión de la dexamatasona. En base a esta prueba, la desinhibición del eje hipotálamo-hipofíso-adrenal puede clasifiarse en cinco grados de intensidad:
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Grado 1: elevación diurna de cortisol.
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Grado 2: elevación diurna y nocturna de la secreción de cortisol.
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Grado 3: cortisol elevado. escapa de la supresión entre las 16 y las 24 horas tras la administración de la dexametasona.
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Grado 4: escape de la supresión entre las 8 y las 16 horas tras la dexametasona.
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Grado 5: escape de supresión en las 8 primeras horas del test.
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Atenuación o desaparición del efecto de la edad en la secreción de cortisol, que disminuye en sujetos normales a partir de 35 años, y no en los depresivos.
Eje tiroideo
Los enfermos con hipotiroideo son propensos a estados depresivos, mientras que los hipertiroideos muestran hiperactividad que puede llegar a semejar estados psicóticos de tipo maníaco. La administración de hormonas tiroideas coadyuva al tratamiento de algunas formas de depresión, potenciando la acción de los fármacos antidepresivos. Las alteraciones en el eje hipotálamo-hipofisotiroideo parecen estar relacionadas con déficit de la actividad serotoninérgica cerebral.
Hormona del crecimiento
La secreción de hormona del crecimiento GH en 24 horas en el sujeto normal muestra un pico nocturno después del adormecimiento y antes de la aparición de la primera fase del sueño REM. El pico de GH está generalmente asociado al sueño delta. En los pacientes deprimidos se ha detectado una hipersecreción diurna de la GH. Por otra parte, es interesante que niños que muestran un estado depresivo secundario a deprivación afectiva tienen un aplanamiento de la curva de secreción de esta hormona, con disminución neta de su producción total. La corrección del estado depresivo por medidas psicosociales restaura la secreción de GH a niveles normales.