Los trastornos del aprendizaje son unos de los capítulos más importantes de la psicología infantil. El porcentaje de niños afectados se cifra entre el 10 y el 15% de los cuales el más común es la dislexia evolutiva.
Los niños con trastorno del aprendizaje reúnen las siguientes características:
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Pueden presentar dificultades en todas las áreas del aprendizaje escolar: lectura, escritura y cálculo.
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A pesar de tener un potencial intelectual adecuado no aprenden ni progresan como sería de esperar; se observa una discrepancia entre su capacidad y su rendimiento.
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El trastorno es primario y específico, no se deriva de otros cuadros clínicos, o de circunstancias educativas y ambientales desfavorables.
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Generalmente se requiere una intervención especializada para superar el trastorno.
Desde el siglo pasado se ha reconocido la existencia de trastornos específicos del desarrollo. Se observó que los traumatismos provocaban síntomas en el comportamiento como la falta de habla, de atención y de aprendizaje y más tarde se pensó que similares problemas también tendrían su causa en disfunciones cerebrales. En la década de los 60 se denominó “niños por debajo de sus posibilidades” a aquellos que se situaban por debajo de su capacidad general, reconociéndose que tenían problemas de aprendizaje específicos en campos como la lectura y la aritmética, mientras a otros se los describió como niños con daño cerebral mínimo.
Samuel Kirk propuso el término "Trastornos del aprendizaje" para referirse a niños que manifestaban deficiencias relacionadas con disfunciones neurológicas, más específicamente con dificultades en el aprendizaje, problemas de percepción e hiperactividad. Crea un nuevo campo de estudio en el que los educadores y padres tienen un papel importante en un campo anteriormente dominado por médicos y psicólogos. Esta definición adquirió una gran importancia y el gobierno EEUU la adoptó exigiendo educación especial obligatoria para todos los niños con TA.
Por trastorno específico del aprendizaje se entiende un trastorno en uno o más de los procesos psicológicos básicos implicados en la comprensión o el uso del lenguaje, sea oral escrito, que puede manifestarse en una capacidad imperfecta para escuchar, pensar hablar, leer, escribir con corrección o hacer cálculos matemáticos. Se incluyen acepciones como discapacidad perceptiva, lesión cerebral, disfunción cerebral mínima, dislexia o afasia evolutiva. Este término no engloba a aquellos niños que tiene problemas de aprendizaje cuya causa principal se encuentre en discapacidades visuales, auditivas o motoras, retraso mental, alteraciones emocionales o problemas ambientales, culturales y económicos.
Esta definición destaca tres aspectos esenciales:
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Postula que el trastorno se debe a una disfunción del sistema nervioso central.
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Las dificultades se dan en habilidades específicas humanas, como el lenguaje hablado, el lenguaje escrito y el lenguaje numérico.
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Las dificultades son primarias y no están ligadas a otros trastornos.
Aspectos fundamentales de las dificultades de aprendizaje primarias
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No se identifica una causa orgánica específica.
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Son perturbaciones en adquisiciones típicamente humanas como el lenguaje hablado, el lenguaje escrito y el lenguaje numérico.
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El potencial sensorial, intelectual, motor y social está intacto.
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Si hay perturbaciones dependen de alteraciones mínimas que no son detectables por exámenes médicos y psicológicos tradicionales, ya que no identifican trastornos simbólicos y problemas en el procesamiento de la información interneurosensorial.
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El lenguaje hablado, escrito y numérico están primariamente perturbados.
Aspectos fundamentales de las dificultades de aprendizaje secundarias
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Son el resultado de condiciones, trastornos, limitaciones o deficiencias de origen orgánico, problemas emocionales o privación cultural.
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Son perturbaciones en adquisiciones que no son específicamente humanas. Son consecuencias secundarias de deficiencias neurológicas, sensoriales, psíquicas o ambientales.
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El potencial sensorial, intelectual, motor y social está alterado.
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Si hay alteraciones dependen secundariamente de deficiencias sensoriales, neurológicas psíquicas o ambientales.
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El lenguaje escrito, hablado y numérico esta secundariamente perturbados.
La dislexia es cualquier trastorno, perturbación o dificultad en la lectura, sin necesidad de especificar ni su naturaleza ni su causa. Por su incidencia en la edad escolar, la dislexia por excelencia es evolutiva. Un término próximo es el de alexia, que se define como una incapacidad adquirida para leer, debida a una lesión cerebral. La disortografía se entiende como una dificultad para estructurar gramaticalmente el lenguaje escrito. La disgrafía hace referencia a los trastornos de la realización motora de la escritura.
Criterios para el diagnóstico del trastorno de la lectura
A. El rendimiento en lectura, medido mediante pruebas de precisión o comprensión normalizadas y administradas individualmente, se sitúa sustancialmente por debajo de lo esperado, dados la edad cronológica propia de su edad.
B. La alteración del Criterio A interfiere significativamente el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana que exigen habilidades para la lectura.
C. Si hay un déficit sensorial, las dificultades para la lectura exceden de las habitualmente asociadas a él
Criterios para el diagnóstico del trastorno del cálculo
A. La capacidad para el cálculo, evaluada mediante pruebas normalizadas administradas individualmente, se sitúa sustancialmente por debajo de lo esperado, dados la edad cronológica del sujeto, su cociente de inteligencia y la escolaridad propia de su edad.
B. El trastorno del Criterio A interfiere significativamente el rendimiento escolar o las actividades de la vida cotidiana que requieren capacidad para el cálculo.
C. Si hay un déficit sensorial, las dificultades para el rendimiento en cálculo exceden de las habitualmente asociadas a él.
Criterios para el diagnóstico del trastorno de la expresión escrita
A. Las habilidades para escribir, evaluadas mediante pruebas normalizadas administradas individualmente, se sitúan sustancialmente por debajo de las esperadas dados la edad cronológica del sujeto, su cociente intelectual y la escolarización propia de su edad.
B. El trastorno del Criterio A interfiere significativamente el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidina que requieren realización de textos escritos.
C. Si hay un déficit sensorial, las dificultades en la capacidad para escribir exceden de las asociadas habitualmente a él.