Es un constructo muy difícil de definir. Es un proceso que incluye la capacidad de atender a un estímulo específico, de mantener la atención, de dividirla entre dos o más elementos y de alternarla. La memoria y la atención están relacionadas, sino se presta atención a algo es imposible que se recuerde. La capacidad de atención es limitada, por eso nos sentimos desbordados cuando recibimos demasiada información. Muchas personas reaccionan desconectando y otras se sienten excitadas y sobreestimuladas. El cerebro tiene capacidad para que esto ocurra, filtrando estímulos, un proceso talámico-cortical. Cuando este filtro no funciona algunas personas demuestran un déficit de atención pero otras muestran agitación o dolor real al sentirse desbordadas.
Los niños con TDAH tienen alteraciones de atención.Se postula que la medicación habitualmente prescrita a base de estímulos actúa sobre regiones subcorticales y de los lóbulos frontales para normalizar los niveles de neurotransmisores y de actividad en estas regiones.
La atención es un proceso susceptible al deterioro, los niños con traumatismos cerebrales demuestran problemas de atención durante la fase de recuperación. Y también muestras problemas los niños con trastornos convulsivos, con efecto a largo plazo del tratamiento del cáncer y con diversos trastornos genético.
Tipos básicos para evaluar la atención:
-
Una entrevista estructurada con los padres
-
Escalas de evaluación del comportamiento de padre, madre o tutor
-
Tareas con aplicaciones informáticas
-
Pruebas de papel y lápiz que evalúen las habilidades infantiles de atención selectiva, sostenida y dividida