Las pruebas neuropsicológicas se aplican para investigar la relación entre cerebro y comportamiento en niños y adolescentes y para determinar si los trastornos cognitivos, académicos y psiquiátricos están relacionados con alteraciones en el funcionamiento del cerebro.
Cuándo derivar al paciente para su evaluación neuropsicológica
Se recomienda la evaluación psicológica en los siguientes casos:
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Enfermedades que afectan al SNC, expuestas en las secciones sobre evaluaciones neurológicas y neurorradiológicas por ejemplo traumatismo craneoencefálico, enfermedades del SNC...
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Dificultades de aprendizaje crónicas y graves que no responden a la educación especial tradicional o a los programas de rehabilitación, sobre todo si hay indicios de un patrón unilateral derecho o izquierdo (signos neurológicos sensitivomotores lateralizados).
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Alteraciones emocionales o del comportamiento grave acompañadas de retrasos significativos de aprendizaje intelectuales o del neurodesarrollo por ejemplo motores, perceptivos, de lenguaje o habla...) que sean particularmente resistentes a las intervenciones psicofarmacológicas, psicológicas o conductuales tradicionales.
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Inicio súbito de un déficit cognitivo, académico, motor, de la memoria, del lenguaje o habla, del comportamiento o de la personalidad que no han podido ser explicados por otras evaluaciones psicoeducativas.
Las evaluaciones neuropsicológicas se emplean para diagnosticar diversos trastornos del desarrollo neural (por ejemplo dificultades de aprendizaje), lesiones cerebrales y enfermedades del SNC y para estimar la eficacia del tratamiento y la recuperación de funciones.