Achenbach sugiere la incorporación de 6 micro-paradigmas al estudio de los trastornos infantiles: biomédico, conductual, psicodinámico, sociológico, del sistema familiar y cognitivo. La obtención de información de cada uno de estos contextos permite enmarcar las investigaciones sobre trastornos infantiles en un “macro-paradigma” integral.
Achenbach describe el siguiente modelo de evaluación multiaxial con sugerencias específicas para analizar el comportamiento infanto-juvenil:
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Eje I: Informes del padre y de la madre, Escala de Comportamiento Infantil.
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Eje II: Informes de los profesores, Escala de Comportamiento Infantil – Informe del profesorado.
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Eje III: Evaluación cognitiva, WISC-IV o WAIS-III.
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Eje IV: Evaluación física, altura, peso y examen neurológico/médico
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Eje V: Evaluación directa, entrevista clínica semiestructura y autoinforme infantil.
Las evaluaciones neuropsicológicas se podrían incorporar en el eje IV de este modelo. La información que se recoge en esta evaluación es válida y es de utilidad para describir la medida en que la lesión cerebral afecta a áreas funcionales importantes.